jueves, 5 de noviembre de 2015

Concepto: Dificultad de aprendizaje



           

P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:2 [Un retraso, en uno o más de lo..]  (3:2-3:364)   (Super)

Un retraso, en uno o más de los  procesos de habla, lenguaje, lectura,  escritura, aritmética u otras materias  escolares como resultado de un retraso  psicológico causado por una posible  disfunción cerebral y/o trastornos  emocionales o de conducta. No es  resultado de retraso mental,  deprivación sensorial o de factores culturales o instruccionales


P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:7 [? Las aptitudes académicas est..]  (@433-@77)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:1 [El término de dificultades de ..]  (1:191-1:287)   (Super)

El término de dificultades de aprendizaje surge muy recientemente, en 1962, propuesto por Kirk.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:4 [A partir de 1963 (momento en q..]  (1:1230-1:1646)   (Super)

A partir de 1963 (momento en que se configuró la Association for Children with  Learning Disabilities, resultado de la unión de pequeñas asociaciones de padres con el  asesoramiento entre otros del propio Kirk, que consiguió que la Asociación incorporara a su  propio nombre el término que él creara), el término de dificultades de aprendizaje fue  aceptado dentro del vocabulario médico, psicológico y educativo.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:6 [La primera definición formal s..]  (2:112-2:381)   (Super)

La primera definición formal se debe a la pluma de Kirk y Bateman (1962; 1963) y  tiene el valor añadido de haber sido adoptada por la naciente ACLD. Muy pronto alcanza  una difusión que trasciende lo local y llega a influir poderosamente en la literatura  científica


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:7 ["Una dificultad de aprendizaje..]  (2:385-2:838)   (Super)

"Una dificultad de aprendizaje se refiere al retraso, trastorno o desarrollo  retrasado en uno o más de los procesos de habla, lenguaje, lectura, escritura,  aritmética u otros dominios escolares resultado de un handicap psicológico causado  por una posible disfunción cerebral y/o trastornos emocionales y conductuales. No  es el resultado de retraso mental, deprivación sensorial o factores estructurales o   instruccionales" (Kirk y Bateman, 1962)


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:11 [Quizá la más ampliamente difun..]  (2:1706-2:2628)   (Super)

Quizá la más ampliamente difundida sea la aportada en el  'Congress of the National Advisory Committee on Handicapped Children' (1968), recogida  después por la legislación norteamericana (1975, 1986).
"Una dificultad específica de aprendizaje significa un trastorno en uno o más  procesos psicológicos básicos implicados en la comprensión y uso del lenguaje  hablado o escrito, que se puede manifestar en una capacidad imperfecta para  escuchar, pensar, hablar, leer, escribir, deletrear o realizar cálculos matemáticos.
El término incluye condiciones tales como déficit de percepción, daño cerebral,  disfunción cerebral mínima, dislexia y afasia de desarrollo. El término no incluye a  aquellos niños que tienen problemas de aprendizaje que son resultados principalmente de déficit visuales, auditivos o motores, de retraso mental, de  trastorno emocional, o de deprivación ambiental, cultural o económica."


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:22 [Samuel Kirk 1962 Myklebust 196..]  (@681-@163)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:23 [Chalfant y Scheffeling, 1969 K..]  (@671-@135)   (Super)



P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:24 [Samuel Kirk 1962 Myklebust 196..]  (@690-@150)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:25 [Chalfant y Scheffeling 1969 Ki..]  (@685-@169)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:26 [c) Discrepancia entre el poten..]  (9:71-9:1275)   (Super)

c) Discrepancia entre el potencial y el rendimiento.
El criterio de discrepancia puede entenderse de un doble modo: como identificación de  la distancia entre lo que un alumno es potencialmente capaz de aprender y lo que el alumno  aprende o logra de hecho, y como discrepancia o disarmonía en el proceso madurativo.  Consideremos en primer lugar la discrepancia como distancia entre el potencial y el rendimiento. La disparidad entre el potencial de aprendizaje y el rendimiento es un modo de aplicar a  nuestro campo la distinción entre competencia y ejecución. La medida de la distancia entre lo uno y lo otro se enfatiza en el desarrollo operacional de las definiciones. Cuando se hace hincapié en el criterio de bajo logro se minimizan otros aspectos de la definición, especialmente el concepto de trastorno en los procesos psicológicos básicos. Dadas las numerosas críticas que ha suscitado este criterio de discrepancia, le dedicaremos una mayor atención.
Para determinar si existe discrepancia entre el potencial y el rendimiento se debe responder a tres cuestiones fundamentales: la determinación de qué potencial, qué rendimiento y qué se entiende por discrepancia grave.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:37 [i) Exclusión de otras causas M..]  (12:2306-12:3463)   (Super)

i) Exclusión de otras causas Muchas definiciones afirman que las dificultades de aprendizaje no son en principio resultado de otros problemas personales y, por ello, las DA son independientes del retraso  mental, trastorno emocional, déficit visuales o auditivos, o desventajas sociales,  económicas o culturales. Es difícil sostener en la práctica esta exclusión teórica. La  evidencia muestra que las DA suelen ser secundarias a problemas personales o ambientales  primarios, que son precisamente los que se pretenden diferenciar del concepto de DA. Para  complicar el panorama, muchas veces, cuando evaluamos a un individuo, no es fácil  determinar qué problema es primario y cuál es secundario. Es muy importante reparar en el origen del criterio de exclusión. Se sitúa en la  necesidad de obtener fondos económicos para la atención a los niños con trastornos del  aprendizaje escolar, que no tenían derecho a percibirlos por otros conceptos (como tener  deficiencia mental o sensorial). Se trataba de definir una categoría de sujetos distintos a  otros discapacitados que ya recibían atención pública, con límites precisos entre ellos para


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:39 [que no se pudiera producir con..]  (13:71-13:3936)   (Super)

que no se pudiera producir conflictos en la distribución de los recursos. Así, la  incorporación de una cláusula de exclusión en la definición pretende configurar las  dificultades de aprendizaje como una categoría separada y discreta. Se intenta con ello una  forma de decidir quién puede y (lo que quizá sea más importante) quién no puede acceder a  los recursos establecidos (Burbules, Lord y Sherman, 1982).
Cualquier definición es un enunciado teórico que especifica los límites de la categoría.

Por esto, la definición teórica con exclusión ha sido adecuada, sobre todo mientras el  campo ha estado bajo la influencia clínica (hasta 1975). Sin embargo, y tras la adopción de  enfoques más psicopedagógicos, la cláusula de exclusión se está sometiendo a revisión.

Existe un acuerdo cada vez mayor sobre la idea de que otras condiciones pueden ocurrir de  manera concomitante con las dificultades del aprendizaje. Por otro lado, y a nuestro juicio,  se ha producido un grave sesgo en el concepto mundial de DA debido a la influencia de la  política local norteamericana, que nos parece injustificado mantener.

El diagnóstico doble de un individuo con retraso mental y que exhiba ciertos trastornos  mentales (p.e. esquizofrenia) no es una situación atípica en el campo del retraso mental. En  el área de las dificultades de aprendizaje, las primeras definiciones no reconocen que las  dificultades de aprendizaje puedan coexistir  con otras dificultades, como trastorno  emocional o retraso mental. A partir de los años 80, sin embargo, suele reconocerse que una  dificultad de aprendizaje puede darse de forma concomitante con otras condiciones discapacitantes, pero se insiste en que no es el resultado directo de tales condiciones o influencias.

Esto requiere habilidades diagnósticas casi heroicas, especialmente porque la afirmación  implica establecer qué discapacidad causa a la otra. Por ejemplo, la definición propuesta  por el Interagency Committe (Kavanagh y Truss, 1988) es especialmente sensible a la  concomitancia de las dificultades de aprendizaje con los problemas de atención pero no proporciona la regla de decisión que guíe el proceso de identificación.

Quizá la exclusión que más nos puede interesar examinar es la del retraso mental.
Admitamos por un momento que se acepta esta exclusión. Kavale y Forness (1985)  proponen que la definición de dificultades de aprendizaje podría beneficiarse de una mejor  definición de retraso mental. Aunque deberían desarrollarse reglas de decisión para  establecer criterios de identificación, se evitaría algunos de los problemas que conlleva el  uso de otras definiciones que especifican como parámetros el procesamiento psicológico,  daños del sistema nervioso central y otros criterios imposibles de evaluar con confianza,  dado el estado actual de la ciencia.

Los campos del retraso mental y de las dificultades de aprendizaje emplean criterios  arbitrarios en las reglas de decisión para identificar casos. Esto no es necesariamente  negativo, siempre que se sea consciente de este hecho y sus consecuencias. Un ejemplo de  ello es el cambio, por la AAMR (en 1973), del límite superior de la deficiencia mental, de  una a dos desviaciones típicas de puntos CI. Si los niños con dificultades de aprendizaje no  pueden ser clasificados como retrasados mentales, debe considerarse el hecho de que la  identificación de las DA está a merced de los cambios en la definición de retraso mental.

En el campo de las dificultades de aprendizaje la arbitrariedad aparece en relación a los  componentes de discrepancia y de exclusión. Cuanto menor sea la discrepancia más alta  será la prevalencia de las dificultades de aprendizaje. Esto puede llevar en algunos casos a invertir la cuestión (¿qué prevalencia deseas?) y en función de la respuesta establecer los


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:49 [EL INFORME WARNOCK Algunas sug..]  (@581-@226)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:54 ["Si hay acuerdo sobre los obje..]  (@680-@522)   (Super)




P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:55 [Como vemos, el concepto de nec..]  (18:885-18:1825)   (Super)

Como vemos, el concepto de necesidades educativas especiales remite al concepto de  dificultades del aprendizaje, sin embargo éstas no se entienden de la manera restringida que  expusimos en la primera parte de este capítulo (ver cuadro 4). Si entonces hablábamos de  dificultades de aprendizaje como una “etiqueta diagnóstica” claramente diferenciada de  otras, tanto de origen ambiental (como p.e. deprivación sociocultural) como de origen  orgánico (como p.e. cualquier deficiencia física, psíquica o sensorial) ahora, cuando  hablamos de dificultades de aprendizaje, nos estamos refiriendo a cualquier problema para  aprender que presente un sujeto, independientemente de la razón que lo provoque (sea ésta  ambiental u orgánica). En definitiva, el término de necesidades educativas especiales alude  a una conceptualización de las dificultades de aprendizaje en la que se ha eliminado la  cláusula de exclusión.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:56 [Cuadro 5: Las DA en el modelo ..]  (@633-@358)   (Super)





"Diagnóstico"

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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:3 [? Exclusión ? Deficiencia sens..]  (@521-@172)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:4 [? Discrepancia ? Falta de conc..]  (@403-@149)   (Super)
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:5 [? Especificidad ? En que ámbit..]  (@407-@124)   (Super)
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:6 [Según DSM-V Trastorno especifi..]  (@505-@34)   (Super)
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:8 [Especificar si: Con dificultad..]  (@510-@15)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:9 [Con dificultad matemática Sent..]  (@482-@46)   (Super)
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:13 [Gravedad ? Leve: algunas dific..]  (@512-@71)   (Super)
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:14 [Clasificación En función al pa..]  (@506-@38)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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P 5: Trastornos del Aprendizaje DISLEXIA.pdf - 5:42 [Clasificación (Giordan) Disgra..]  (@508-@56)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico] [Disgrafía]
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P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:2 [parte otras consideraciones de..]  (1:494-1:1029)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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Parte otras consideraciones de índole social, muy  rápidamente se adoptó esta etiqueta, que preferían a otras etiológicas tales como daño  cerebral, disfunción cerebral mínima o problema perceptual. Tal como se entendió en la  década de los sesenta, "dificultades del aprendizaje" es un término optimista frente a los  otros conceptos preexistentes: no se centra en problemas biológicos irreversibles, sino en el  acto de enseñanza-aprendizaje que por su propia naturaleza puede ser modificado por los  psicólogos y los educadores


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:8 [Desde la primera definición, e..]  (2:842-2:963)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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Desde la primera definición, el foco se dirige a la alteración académica como síntoma  primario y no a la lesión cerebral


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:9 [No se excluye, pero tampoco se..]  (2:966-2:1129)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico]
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No se excluye, pero tampoco se asegura la perturbación  neurológica, que de existir se sitúa en el ámbito de la simple disfunción más que en el del daño clínico.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:12 [a)El alumno no domina, en una ..]  (2:2768-2:3539)   (Super)
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a)El alumno no domina, en una edad y niveles  de capacidad apropiados, una o varias áreas específicas cuando se le proporciona  experiencias de aprendizajes adecuadas. b) Los problemas escolares se dan en una o más de  estas siete áreas: expresión oral, comprensión auditiva, expresión escrita, lectura mecánica,  comprensión lectora, cálculos matemáticos y razonamiento matemático. c)La dificultad de  aprendizaje se explica según la teoría de los procesos básicos subyacentes. El individuo  tiene un trastorno en uno o más procesos psicológicos básicos, que la literatura de la época  identifica sobre todo con atención, memoria, percepción auditiva, percepción visual, coordinación visomotora y lenguaje oral. d) El problema no es debido a otras causas, tales


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:13 [como déficit visuales o auditi..]  (3:71-3:650)   (Super)
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como déficit visuales o auditivos, déficit motóricos, retraso mental, trastorno emocional, o  deprivación económica, ambiental o cultural. Se mantiene la cláusula de exclusión, y con  términos más restrictivos que en la primera definición de Kirk. e) Existe una diferencia  importante entre la capacidad del alumno y su nivel bajo de rendimiento. Aparece el otro  concepto básico de la definición, la cláusula de discrepancia. Como la de exclusión, es  desde su aparición un elemento controvertido, aunque por razones distintas relativas a sus  problemas de operativización.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:14 [a) Las dificultades de aprendi..]  (3:826-3:1725)   (Super)
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a)  Las dificultades de aprendizaje son un grupo heterogéneo de trastornos. Los individuos con  dificultades de aprendizaje muestran muchos tipos diferentes de problemas, con un  componente común que es el problema escolar. b) El problema es intrínseco al individuo.
Las dificultades de aprendizaje son debidas a factores de la propia persona más que a  factores externos, tales como el ambiente o el sistema educativo. No significa esto que se  niegue el factor social, pero se le concede un valor secundario. c) Hay un reconocimiento  de las bases biológicas del problema, que se supone relacionado con una disfunción del  sistema nervioso central. d) Las dificultades de aprendizaje pueden darse simultáneamente  con otras condiciones discapacitantes. Hay un reconocimiento de que los individuos pueden  tener varios problemas al mismo tiempo (por ejemplo, DA y trastornos emocionales).


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:15 [Disfunción neurológica. En muc..]  (3:2597-3:3566)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico] [Perspectivas]
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Disfunción neurológica. En muchas definiciones está implícita la idea de que las dificultades de aprendizaje se  relacionan con una función cerebral atípica. Dado que todo aprendizaje se origina en el  cerebro, se supone que un trastorno de aprendizaje puede ser causado por una disfunción  del sistema nervioso central. Esto no niega, de ningún modo, que ciertos acontecimientos  educativos o ambientales puedan modificar el proceso de aprendizaje y la influencia de la  función cerebral, mejorándolo o empeorándolo.
En muchos casos el estado neurológico es difícil, si no imposible de evaluar. Por tanto, con  frecuencia, la disfunción del sistema nervioso central se presupone y determina a través de  la observación de la conducta, lo que origina explicaciones etiológicas que son auténticas  tautologías. Sin embargo, aunque las críticas metodológicas que se han hecho al  establecimiento de causas neuropsicológicas sean justas, debe reconocerse que la


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:16 [nvestigación cerebral más sofi..]  (4:55-4:2863)   (Super)
Códigos:        [Diagnóstico] [Etiología] [Perspectivas]
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Investigación cerebral más sofisticada ofrece una evidencia cada vez mayor para apoyar el  supuesto de la disfunción neurológica (Lyon, Gray, Kavanagh y Krasnegor, 1993). La  explicación neurológica no se niega ni por autores que orientan sus trabajos sobre bases  cognitivas y metacognitivas construidas en interacción (Wong, 1991). Es curioso que al  final de la centuria la disciplina vuelva en cierta medida a sus orígenes, y dependa de  aportaciones de neurólogos y psicofisiólogos.
b) Dificultad en tareas académicas.
La mayoría de las definiciones más aceptadas enumeran varias áreas académicas  específicas dentro de las que las dificultades de aprendizaje pueden detectarse. Las tareas  de aprendizaje afectadas son de un amplio rango y están relacionadas con el lenguaje y, en  menor medida, con el cálculo aritmético.

El énfasis en las dificultades académicas representa una opción frente a la definición del  concepto como déficit de procesos psicológicos subyacentes al aprendizaje. No es lo mismo  definir a los sujetos con DA diciendo que tienen malos rendimientos en lectura que baja  capacidad de atención. Aunque los límites entre ellas no sean siempre claros, hay  implicaciones conceptuales y metodológicas importantes según se base el concepto en  capacidades o en ejecución. Las pautas de intervención, del mismo modo, pueden llegar a  ser totalmente diferentes en cada caso.

En la focalización sobre tareas académicas del concepto de DA encontramos un  problema y un reto. El problema radica en que las tareas académicas consideradas son muy  clásicas, y no tienen en cuenta lo suficiente, a nuestro juicio, las nuevas orientaciones de los  currícula. Aprender a pensar críticamente, por ejemplo, o a inter actuar correctamente con  los demás, o desarrollar habilidades creativas son también objetivos de la escuela, no  decimos que más (por cautela científica: estamos convencidos de que lo son mucho más)  pero al menos tan relevantes como resolver operaciones con números fraccionarios. Hay  alumnos que leen fluidamente y realizan bien sus operaciones matemáticas, pero no son  críticos ni creativos. En el concepto actual de educación ¿no es esto un grave problema de  aprendizaje?
El reto es configurar el rol del especialista en DA mucho más próximo al psicopedagogo  que al psicólogo experimentalista o al clínico. Es preciso conocer tan bien las demandas  curriculares como las pautas evolutivas, la psicología de los procesos básicos o las leyes del  aprendizaje. Su práctica de intervención se va aproximar a la de los educadores  especializados y su experimentación se deberá ajustar con frecuencia a las reglas de la  investigación sobre el currículum, que no son siempre coincidentes con los usos  metodológicos del resto de la psicología.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:26 [c) Discrepancia entre el poten..]  (9:71-9:1275)   (Super)
Códigos:        [Definición de Problemas de Aprendizaje] [Diagnóstico]
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c) Discrepancia entre el potencial y el rendimiento.
El criterio de discrepancia puede entenderse de un doble modo: como identificación de  la distancia entre lo que un alumno es potencialmente capaz de aprender y lo que el alumno  aprende o logra de hecho, y como discrepancia o disarmonía en el proceso madurativo.
Consideremos en primer lugar la discrepancia como distancia entre el potencial y el  rendimiento.
La disparidad entre el potencial de aprendizaje y el rendimiento es un modo de aplicar a  nuestro campo la distinción entre competencia y ejecución. La medida de la distancia entre  lo uno y lo otro se enfatiza en el desarrollo operacional de las definiciones. Cuando se hace  hincapié en el criterio de bajo logro se minimizan otros aspectos de la definición,  especialmente el concepto de trastorno en los procesos psicológicos básicos. Dadas las  numerosas críticas que ha suscitado este criterio de discrepancia, le dedicaremos una mayor  atención.
Para determinar si existe discrepancia entre el potencial y el rendimiento se debe  responder a tres cuestiones fundamentales: la determinación de qué potencial, qué  rendimiento y qué se entiende por discrepancia grave.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:29 [e) Cuál es el nivel de logro d..]  (10:441-10:2014)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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e) Cuál es el nivel de logro de un individuo.
La determinación del nivel de ejecución académica tampoco está libre de problemas.
Los investigadores buscan medidas objetivas, pero los tests utilizados para medir el nivel de  ejecución de un individuo son poco fiables. Muchos tests de lectura, por ejemplo, han sido  cuestionados en términos de su validez, confiabilidad, estandarización y medida de error
(Farr y Carey, 1986). La aplicabilidad de las puntuaciones en otros tests de rendimiento  ampliamente utilizados ha sido también cuestionada (Salvia y Ysseldyke, 1988).
MacMillan (1993), utilizando la idea introducida por J. Mercer de que los tests de  inteligencia y los tests estandarizados de logro autocorrelacionan, afirma que el significado  de discrepancia severa entre dos medidas de la misma cosa puede sugerir que el error de  medición es la esencia del concepto de discrepancia, tal como queda expuesto, lo que hace  tambalear a la noción de dificultad de aprendizaje.
Por si estos problemas no fueran ya suficientes, en todos los países faltan tests  estandarizados con validez y fiabilidad para varias de las áreas de las dificultades de  aprendizaje, con lo que la medida no puede realizarse, por razones prácticas. Incluso en el  caso de las que existen, están sometidas a un rápido envejecimiento como consecuencia de  las reformas educativas. Muchas de las pruebas asumen, además, que hay niveles de  conocimientos y habilidades propios de cada nivel escolar, lo que no es siempre sostenible  en los modelos de currícula abiertos.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:30 [f) Qué grado de discrepancia s..]  (10:2018-10:3389)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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f) Qué grado de discrepancia se considera necesario para que exista DA.
Una alternativa cómoda para determinar cuándo una discrepancia entre lo esperado y lo  observado en un alumno es tan grave como para decidir si existe un trastorno del  aprendizaje radica en tomar desviaciones absolutas entre lo esperado para un nivel escolar  determinado y el rendimiento real de un alumno. De un alumno con siete años se espera que  rinda como la mayoría de los sujetos de su misma edad. Si rinde como un alumno de seis  años, decimos que tiene un retraso absoluto de un año. La medida, a pesar de lo amigable  que resulte, no puede aplicarse sin problemas. Una discrepancia de un año a los siete es más  importante que una discrepancia de un año para los alumnos de quince. Por tanto, nos  debemos preguntar si una discrepancia severa debería determinarse por una cantidad de  tiempo fija (por ej. dos o tres años, como se defiende en algunas obras), o si debería  utilizarse una fórmula de proporción o desviación estadística.
Se han llegado a emplear sofisticadas fórmulas matemáticas (por ejemplo, la de
Myklebust, 1967) para determinar de modo concreto cuando existe una discrepancia entre
las capacidades y los rendimientos que pueda considerarse como DA. No obstante,
Frankenberger y Harper (1987) encontraron que en el 43% de los casos no se utilizan las


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:31 [medidas de discrepancia en el ..]  (11:71-11:896)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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medidas de discrepancia en el diagnóstico de los trastornos de aprendizaje, a pesar de estar  establecidas por la teoría e, incluso, en la legislación. La razón de este abandono práctico  no está en el rechazo de la medida de discrepancia sino en las dificultades de su aplicación.
De cualquier modo, el uso de estas fórmulas también ha generado amplias críticas  teóricas. Algunos argumentan que reducir la complejidad de las dificultades de aprendizaje  a una sencilla fórmula es simplemente inapropiado (McLoughlin y Netick, 1983). Las  dificultades de aprendizaje es un problema complejo y multivariante (Kavale y Nye, 1986).
¿Cómo podría sólo la discrepancia diagnosticar dificultades de aprendizaje (Kavale, 1987)?
Quizás la discrepancia entre aptitud y rendimiento sea un argumento débil para definir las
DA


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:33 [Este patrón de desarrollo irre..]  (11:1630-11:2697)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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Este patrón de desarrollo irregular se ha convertido en la base de muchos de los  diagnósticos y tratamientos de las dificultades del aprendizaje. A nuestro juicio, la  existencia de un patrón de desarrollo irregular es evidente, pero necesita dos matizaciones.

La primera de ellas es que no siempre se da un retraso en algún componente del desarrollo,  sino una evolución cualitativamente diferente a la de la población considerada normal. Por  ejemplo, en un caso de déficit de atención no hay siempre rendimientos inmaduros,  correspondientes a rangos de edad inferiores a los del sujeto, sino una atención de  naturaleza patológica por su labilidad o por su viscosidad. La segunda matización es que el  patrón irregular no sirve como elemento de diagnóstico y clasificación de los escolares  porque esta característica es también una de las que definen a la deficiencia mental, de las  que el constructo DA se quiere separar. A este respecto, recordemos el concepto de  heterocronía que la psicología europea aplica a la debilidad mental (Zazzo, 1973).


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:34 [La discrepancia es intraindivi..]  (12:108-12:280)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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La discrepancia es intraindividual entre tareas de aprendizaje. Es una discrepancia en la facilidad con que se adquieren algunas  cosas comparándola con otras cosas.


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:35 [h) ¿Es preferible, entonces, e..]  (12:283-12:2302)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Diagnóstico]
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h) ¿Es preferible, entonces, eliminar de la definición el criterio de discrepancia?
Algunos autores consideran cuáles son las ventajas de eliminar la noción de  discrepancia de las definiciones y clasificaciones de dificultades del aprendizaje. Hay  muchas razones para ello. Primero, la eliminación del concepto de discrepancia evitaría los  problemas psicométricos asociados al cálculo de diferentes puntuaciones incluyendo la  regresión a la media y otras fuentes de inestabilidad temporal. Segundo, la eliminación  situaría a la definición de dificultades de aprendizaje en el mismo plano descriptivo que se  encuentran las definiciones de retraso mental y todas las de la psicopatología infantil  dimensional. Eso desplazaría la atención a la definición de las dimensiones de las DA y la  colocación de los puntos de corte. Tercero, la eliminación podría permitir el desarrollo de  una clasificación más general de los problemas escolares de los niños, especialmente  porque podremos incorporar a los niños de bajo CI al concepto de dificultades de  aprendizaje. La consecuencia es, por supuesto, que más niños pueden ser identificados
como DA.

El esfuerzo invertido en la operativización de la discrepancia ha distraído a los  investigadores de enfrentarse a la verdadera cuestión: cuándo tiene un alumno determinado  necesidad de recursos educativos especiales. La cuestión no es si los alumnos entran o no  en una categoría psicométrica; tampoco si necesitan una mejor educación o una educación  más personalizada,  porque todos los alumnos necesitan eso; la cuestión es si el alumno  necesita una educación especial, un currículum especial en todo o en parte, no destinado a  los otros alumnos, adoptando estrategias y organizaciones escolares especiales, usando  diferentes textos, diferentes formas de presentar la información, secuencias diferentes de  instrucción, cantidades diferentes de prácticas guiadas, diferentes exámenes y diferentes  estándares (Hallahan y Kauffman, 1991).


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:37 [i) Exclusión de otras causas M..]  (12:2306-12:3463)   (Super)
Códigos:        [crítica] [Definición de Problemas de Aprendizaje] [Diagnóstico]
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i) Exclusión de otras causas
Muchas definiciones afirman que las dificultades de aprendizaje no son en principio  resultado de otros problemas personales y, por ello, las DA son independientes del retraso  mental, trastorno emocional, déficit visuales o auditivos, o desventajas sociales,  económicas o culturales. Es difícil sostener en la práctica esta exclusión teórica. La  evidencia muestra que las DA suelen ser secundarias a problemas personales o ambientales  primarios, que son precisamente los que se pretenden diferenciar del concepto de DA. Para  complicar el panorama, muchas veces, cuando evaluamos a un individuo, no es fácil  determinar qué problema es primario y cuál es secundario.
Es muy importante reparar en el origen del criterio de exclusión. Se sitúa en la  necesidad de obtener fondos económicos para la atención a los niños con trastornos del  aprendizaje escolar, que no tenían derecho a percibirlos por otros conceptos (como tener  deficiencia mental o sensorial). Se trataba de definir una categoría de sujetos distintos a  otros discapacitados que ya recibían atención pública, con límites precisos entre ellos para


P 7: 03_03_DA_NEE.pdf - 7:39 [que no se pudiera producir con..]  (13:71-13:3936)   (Super)
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Que no se pudiera producir conflictos en la distribución de los recursos. Así, la  incorporación de una cláusula de exclusión en la definición pretende configurar las  dificultades de aprendizaje como una categoría separada y discreta. Se intenta con ello una  forma de decidir quién puede y (lo que quizá sea más importante) quién no puede acceder a  los recursos establecidos (Burbules, Lord y Sherman, 1982).
Cualquier definición es un enunciado teórico que especifica los límites de la categoría.
Por esto, la definición teórica con exclusión ha sido adecuada, sobre todo mientras el  campo ha estado bajo la influencia clínica (hasta 1975). Sin embargo, y tras la adopción de  enfoques más psicopedagógicos, la cláusula de exclusión se está sometiendo a revisión.
Existe un acuerdo cada vez mayor sobre la idea de que otras condiciones pueden ocurrir de  manera concomitante con las dificultades del aprendizaje. Por otro lado, y a nuestro juicio,  se ha producido un grave sesgo en el concepto mundial de DA debido a la influencia de la  política local norteamericana, que nos parece injustificado mantener.
El diagnóstico doble de un individuo con retraso mental y que exhiba ciertos trastornos  mentales (p.e. esquizofrenia) no es una situación atípica en el campo del retraso mental. En  el área de las dificultades de aprendizaje, las primeras definiciones no reconocen que las  dificultades de aprendizaje puedan coexistir  con otras dificultades, como trastorno  emocional o retraso mental. A partir de los años 80, sin embargo, suele reconocerse que una  dificultad de aprendizaje puede darse de forma concomitante con otras condiciones discapacitantes, pero se insiste en que no es el resultado directo de tales condiciones o influencias.
Esto requiere habilidades diagnósticas casi heroicas, especialmente porque la afirmación  implica establecer qué discapacidad causa a la otra. Por ejemplo, la definición propuesta  por el Interagency Committe (Kavanagh y Truss, 1988) es especialmente sensible a la  concomitancia de las dificultades de aprendizaje con los problemas de atención pero no proporciona la regla de decisión que guíe el proceso de identificación.

Quizá la exclusión que más nos puede interesar examinar es la del retraso mental.
Admitamos por un momento que se acepta esta exclusión. Kavale y Forness (1985)  proponen que la definición de dificultades de aprendizaje podría beneficiarse de una mejor  definición de retraso mental.

Aunque deberían desarrollarse reglas de decisión para  establecer criterios de identificación, se evitaría algunos de los problemas que conlleva el  uso de otras definiciones que especifican como parámetros el procesamiento psicológico,  daños del sistema nervioso central y otros criterios imposibles de evaluar con confianza,  dado el estado actual de la ciencia.

Los campos del retraso mental y de las dificultades de aprendizaje emplean criterios  arbitrarios en las reglas de decisión para identificar casos. Esto no es necesariamente  negativo, siempre que se sea consciente de este hecho y sus consecuencias. Un ejemplo de  ello es el cambio, por la AAMR (en 1973), del límite superior de la deficiencia mental, de  una a dos desviaciones típicas de puntos CI. Si los niños con dificultades de aprendizaje no  pueden ser clasificados como retrasados mentales, debe considerarse el hecho de que la  identificación de las DA está a merced de los cambios en la definición de retraso mental.

En el campo de las dificultades de aprendizaje la arbitrariedad aparece en relación a los  componentes de discrepancia y de exclusión. Cuanto menor sea la discrepancia más alta  será la prevalencia de las dificultades de aprendizaje. Esto puede llevar en algunos casos a invertir la cuestión (¿qué prevalencia deseas?) y en función de la respuesta establecer los


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En  el área de las dificultades de aprendizaje, las primeras definiciones no reconocen que las  dificultades de aprendizaje puedan coexistir  con otras dificultades, como trastorno  emocional o retraso mental. A partir de los años 80, sin embargo, suele reconocerse que una  dificultad de aprendizaje puede darse de forma concomitante con otras condiciones discapacitantes, pero se insiste en que no es el resultado directo de tales condiciones o influencias


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Quizá la exclusión que más nos puede interesar examinar es la del retraso mental.
Admitamos por un momento que se acepta esta exclusión. Kavale y Forness (1985)  proponen que la definición de dificultades de aprendizaje podría beneficiarse de una mejor  definición de retraso mental. Aunque deberían desarrollarse reglas de decisión para  establecer criterios de identificación, se evitaría algunos de los problemas que conlleva el  uso de otras definiciones que especifican como parámetros el procesamiento psicológico,  daños del sistema nervioso central y otros criterios imposibles de evaluar con confianza,  dado el estado actual de la ciencia


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MacMillan et al. (1980) describen un conjunto de factores que afectan a la  probabilidad de que un niño sea identificado como retrasado mental en las escuelas  públicas: diferencias  en cuanto a la tolerancia del profesor respecto al comportamiento  desviado, disponibilidad de recursos, filosofía de la dirección del centro respecto a la  identificación de los alumnos con problemas y el nivel de logro medio en una clase. Todo  ello influye en el comportamiento identificador del profesor que a su vez ejerce un impacto  en las tasas de detección. Lo mismo es sin duda aplicable a las DA.


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Y decimos que un escolar tiene una dificultad de aprendizaje cuando tiene un   problema para aprender significativamente mayor que los niños de su edad


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