martes, 28 de abril de 2015

1a Conferencia. introducción. (apuntes)



 




     "El psicoanálisis se aprende primero en uno mismo, por el estudio de la personalidad propia"


Freud, S. (2012; 1916[1925]). 1a Conferencia. Introducción. En S. Freud, Obras completas. Conferencias de introducción al psicoanálisis ( partes I y II) Vol. 15 (págs. 13-21). Buenos Aires: Amorrortu.
 



Ustedes saben que el psicoanálisis es una modalidad de tratamiento médico de pacientes neuróticos […] Muchas cosas ocurren en este ámbito de manera diversa, y aun directamente al revés, de lo que es habitual en el resto de la medicina.
Cuando tomamos a un neurótico bajo tratamiento psicoanalítico […]le exponemos las dificultades del método, su prolongada duración, los esfuerzos y los sacrificios que cuersta y, en lo tocante al resultado , le decimos, nada podemos asegurarle: eso depende de su conducta, de su inteligencia, de su docilidad, de su perseverancia. 

El paciente habla, cuenta sus vivencias pasadas y sus impresiones presentes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas. El médico escucha, procura dirigir las ilaciones de pensamiento del paciente, exhorta, empuja su atención en ciertas direcciones, le da esclarecimientos y observa las reacciones de comprensión o rechazo que de ese modo provoca en el enfermo. 

No despreciemos el empleo de las palabras en la psicoterapia y démonos por satisfechos si podemos ser oyentes de las palabras que se intercambian entre el analista y su paciente.

Pero es que no podemos hacerlo. La conversación en que consiste el tratamiento psicoanalítico no soporta terceros oyentes; no admiten ser presentadas en público. […] Es que esas comunicaciones tocan lo  más íntimo de su vida anímica, todo lo que él como persona socialmente autónoma tiene que ocultar a los otros y, además, todo lo que como personalidad unitaria no quiere confesarse a sí mismo.

El psicoanálisis se aprende primero en uno mismo, por el estudio de la personalidad propia.
Más lejos se llega si uno se hace analizar por un analista experto, si se vivencia en el yo propio los efectos del análisis la técnica más fina del procedimiento.
He ahí la laguna que el psicoanálisis se empeña en llenar. Quiere dar a la psiquiatría esa base psicológica que se echa de menos, y espera descubrir el terreno común desde el cual se vuelva inteligible el encuentro de la perturbación corporal con la perturbación anímica.
Existen procesos anímicos inconscientes se ha iniciado una reorientación decisiva en el mundo en la ciencia.

Las mociones sexuales participan, en medida que no deben subestimarse, en las más elevadas creaciones culturales, artísticas y sociales del espíritu humano.
Según mi experiencia la repulsa por este resultado de la investigación psicoanalítica es la fuente más importante de la resistencia con que ella ha chocado. 

Bajo el acicate del apremio de la vida, la cultura fue creada a expensas de la satisfacción pulsional, y en buena parte es recreada siempre de nuevo en la medida en que los individuos que van ingresando en la comunidad de los hombres repiten, en favor del todo, ese sacrificio pulsional.

Las mociones sexuales son sublimadas, vale decir, desviadas de sus metas  sexuales y dirigidas hacia otras, que se sitúan socialmente en un plano más elevado y ya no son sexuales. Pero esta construcción es lábil; las pulsiones sexuales no son domadas, y en todo individuo que debe sumarse a la obra cultural subsiste el peligro de que sus pulsiones sexuales se rehúsen a ese empleo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario